El energético signo de Aries es el primer signo del zodíaco, asociado con la primavera y el símbolo del renacimiento y todos los comienzos.
Marte, el planeta de la acción, es el planeta que rige tu signo, y te proporciona una dosis adicional de actividad, resolución y fuerza de voluntad. Esto te convierte en el luchador y el pionero del zodíaco, que afronta los retos con valentía y heroísmo. Si haces algo, lo haces con pasión y determinación. Si algo te aburre, pasas rápidamente a otras cosas más interesantes.
Eres el primero de los tres signos de fuego, una persona ambiciosa y carismática, alegre y entusiasta en tus cometidos. Los demás te ven como una persona sociable y segura de sí misma, y disfrutan de tu compañía.
Como Aries, te corresponde la primera casa, la sección del círculo zodiacal que describe el comportamiento exterior de una persona, su disposición, apariencia, modales y conciencia.
Eres un signo cardinal, lo que significa que no esperas a que los demás emprendan la acción. Dicho de otro modo, inicias tú mismo la acción de forma inmediata, enérgica y directa.
Tus puntos fuertes se basan en tus cualidades como líder; inspiras y motivas a los demás con tu entusiasmo, honradez y franqueza. Dado que eres una persona competitiva, necesitas los retos del mismo modo que otros necesitan el aire para respirar. Destacas por tu capacidad para apartar los obstáculos del camino, y por confiar en tus instintos. Tu independencia y poder te permiten conseguir fácilmente los objetivos que te marcas.
Sin embargo, también tienes tus puntos débiles; por ejemplo, puedes ser impaciente y corres el riesgo de actuar de forma demasiado impulsiva. En ocasiones, puedes ser una persona egocéntrica, y tiendes a pasar por alto que los demás puedan tener otro punto de vista. Y cuando es así, es posible que te comportes de forma impredecible e intolerante. Asimismo, dado que eres una persona algo desorganizada e inconstante, eres capaz de volver locos a los demás.
Tauro es un signo de tierra, el segundo signo del zodíaco y el caracterizado por su perseverancia y sensualidad. Tauro también se asocia a los bienes materiales.
Venus, el planeta del amor y la belleza, rige el signo de Tauro y hace que seas una persona muy afectuosa y fiel. La mayoría de los Tauro tienen buen carácter y muestran una enorme capacidad de afecto, así como un gran gusto por la belleza y el arte. Eres leal y fiable. Mantienes tus promesas.
Por ser el primero de los tres signos de tierra, eres realista, paciente y persistente. Eres el signo más sólido del zodíaco, prefieres echar raíces y buscas la estabilidad.
El bienestar, e incluso el lujo, es un aspecto muy valioso para ti. De hecho, te corresponde la segunda casa, la parte del horóscopo que abarca el dinero y las posesiones. Esta casa describe tus sistemas de valores, incluido el que utilizas para juzgarte a ti mismo.
Tu signo es un signo rígido, querido Tauro, lo que significa que te gusta la responsabilidad y tomar las riendas. Sin embargo, no eres de los que se ponen manos a la obra, sino de los que delegan. Como cualquier Tauro auténtico, puede que tardes más de lo habitual en tomar parte en algo, pero una vez que lo haces, no te detienes. Eres más pasivo que activo y prefieres que el mundo gire a tu alrededor mientras lo observas quieto.
Tus puntos fuertes se basan en tu habilidad para tomar decisiones; no haces juicios precipitados ni sacas conclusiones atropelladas. Piensas las cosas con prudencia, porque la precipitación y los comportamientos compulsivos no van con tu forma de actuar. En tus relaciones, te comprometes al máximo, eres fiel y buscas la armonía y la paz interior.
Pero también tenéis algunos puntos débiles. Puedes caer en la trampa de ser una persona obstinada y darte aires de superioridad. El hecho de tener las ideas tan claras, hace que hagas oídos sordos a las críticas. Esta falta de flexibilidad puede hacer que te resistas a los cambios y que dejes las cosas para más tarde. Corres el riesgo de ser una persona algo perezosa, demasiado indulgente o estar demasiado convencida de tu falta de defectos.
Géminis, el tercer signo del zodíaco, se caracteriza por su ingenio y capacidad de comunicación. Los Géminis son personas muy intelectuales, siempre interesadas en ampliar sus horizontes, por lo que se convierten en eternos estudiantes.
Mercurio, el planeta de la comunicación, rige tu signo, y te convierte en una persona elocuente y versátil. Eres extrovertido y sociable y, dada tu actitud vital, eres un artista natural. Te caracterizas por tu inteligencia e inventiva y normalmente consigues lo que quieres con tu encanto e ingenio.
Eres el primero de los tres signos de aire, y destacas por ser una persona hábil, polifacética y flexible. Perteneces al signo del zodíaco más diverso y elocuente, y deseas sobre todo tener estímulos mentales. Tu curiosidad, combinada con tu capacidad de sintetizar la información, te permiten comunicar conocimientos e información fácilmente.
Como Géminis, dominas la tercera casa, la parte de la carta que describe cómo percibes, procesas y comunicas los hechos. La tercera casa también está relacionada con los viajes, los hermanos, los vecinos y cualquier cosa que esté al alcance de tu mano.
Tu signo es un signo mutable, que se encarga de hacer que fluya la información. Tienes un don para adaptarte a las situaciones y asumir compromisos. De todos los signos del zodíaco, eres el conciliador y el encargado de resolver problemas y encontrar soluciones a situaciones difíciles de forma activa.
Como Géminis, tus puntos fuertes se centran en tu inteligencia, curiosidad y disposición para explorar nuevas ideas. Cuando encuentras algo que te interesa, procedes con una precisión lógica y científica. Sin embargo, cuando has agotado un tema, también eres capaz de centrarte en otro diferente. Gracias a tu enfoque práctico y hábil por naturaleza, destacas en todo lo que te propones.
Uno de tus principales puntos débiles es que puedes ser superficial e hipócrita en tus relaciones con los demás. Puedes confundir a las personas con tu actitud cínica e impredecible, y es probable que no confíen del todo en ti. Como tu cerebro trabaja tan rápido, tienes tendencia a ser una persona nerviosa, alterada e inquieta, cosa que a veces te exaspera.
Cáncer es el signo de la sensibilidad y el cuarto signo del zodíaco, caracterizado por el proteccionismo y sentimientos profundos. Destacas por ser una persona protectora, hospitalaria e imaginativa, y centras todos tus esfuerzos en convertir tu hogar en un lugar más seguro para ti y tus seres queridos.
La luna rige tu signo, lo que te convierte en una persona muy intuitiva y empática. Como las fluctuaciones de las aguas del mar, sabes escuchar a las personas a las que amas al mismo tiempo que estás dispuesto a ofrecerles bienestar.
Dado que eres el primero de los signos de agua, tienes poderes psíquicos y eres capaz de percibir sentimientos y pensamientos de los demás: tienes tendencia a percibir en lugar de pensar. Cuando amas a alguien, lo haces intensamente y de verdad, y sientes deseos de conectar a un nivel profundo.
Como Cáncer, dominas la cuarta casa, la parte del horóscopo que describe tus raíces emotivas, tu hogar, tu infancia y tu progenitor de menos influencia, normalmente tu padre. Por lo general, la cuarta casa simboliza tu estado interior.
Es un signo cardinal, lo que significa que tu instinto de progenitor te lleva a proteger y luchar por la seguridad de los seres a los que amas. Te alimentas de dramas y te conviertes en alguien más fuerte en las situaciones de crisis.
Tus puntos fuertes se centran en tu capacidad de adaptarte y colaborar y en tu maravillosa forma de proporcionar bienestar. Eres una persona entregada y desinteresada en tus relaciones con los demás, lo que te convierte en alguien digno de confianza. Puesto que estás en armonía con tu inconsciente, tienes una gran imaginación y estás en contacto con tu intuición.
Uno de tus puntos débiles es que puedes ser una persona hipersensible y caprichosa cuando alguien no te demuestra su amor o aprecio. En situaciones de inseguridad, a veces muestras un comportamiento inmaduro, manipulador e incluso tiránico, y los demás pueden llegar a verte como alguien extremadamente posesivo y dependiente.
Leo, el quinto signo del zodíaco, se caracteriza por su dramatismo y se considera el signo de la generosidad y la nobleza. Representa la expresión personal y el desarrollo del principio de poder interno. Eres una persona generosa y consciente de ti misma, fuerte y en control de la situación.
El Sol define los rasgos dominantes de tu personalidad y tu carácter general. Esto te convierte en una persona demasiado segura, magnánima y optimista a quien le gusta ser el centro de atención, y los demás a menudo te ven como alguien invencible, ya que tu carisma y tu valentía son impresionantes.
Tu signo es el segundo de los signos de fuego, y eso te hace tener una gran voluntad, valentía y unas magníficas cualidades de liderazgo. Tu aura irradia magnetismo y dignidad, como los rayos del sol.
Te corresponde la quinta casa del horóscopo, que es la parte relacionada con el placer, la creatividad y el juego. También está asociada con el romance, los niños, las apuestas y la especulación, las aficiones, los deportes, la diversión y los juegos. Tienes un intenso deseo de vivir tus emociones, y buscas constantemente nuevas formas de expresarte.
El modo de Leo es rígido, lo que significa que eres una persona pasiva en lo que se refiere a tu necesidad de admiración, y esperas a que los demás se den cuenta de forma natural y se acerquen a ti. Disfrutas de la estabilidad y comodidad, y eres una persona generosa a la hora de compartirlas con los demás.
Los puntos fuertes de Leo se centran en su naturaleza abierta y extremadamente fiel. Tiendes a proteger a los oprimidos, y cuando tomas partido en algo, la mayoría de las veces defiendes a los desvalidos. En las relaciones, eres una persona sincera, genuina y confías en los demás, ya que tienes unos valores éticos elevados.
Sin embargo, incluso los Leo tienen puntos débiles. En ocasiones, tienes tendencia a ser una persona vana y egocéntrica, y te vuelves impaciente e hipersensible cuando no te prestan la atención que quieres. Si intentas que te hagan cumplidos y no lo consigues, tu reacción es ser arrogante y te conviertes en alguien muy capaz de actuar de forma exagerada y pretenciosa.
Virgo es un signo analítico, como el sexto signo del zodíaco, representa la pureza, la perfección y el sentido de lo práctico. Los Virgo organizan las cosas para unificar el mundo.
Mercurio, el planeta de los principios mentales e intelectuales que rige Virgo, te hace ser una persona trabajadora, metódica y organizada que aporta una visión analítica y sistemática a todos los aspectos de la vida. La imagen general que proyectas es de seriedad, reforzada por tu habilidad para solucionar problemas y tu exigente refinamiento.
Tu signo es el segundo de los signos de tierra, lo que te convierte en una persona responsable y digna de confianza. Eres una persona reservada y modesta en tu comportamiento y muy selectiva en tus decisiones. Estás firmemente conectada con la Madre Tierra y, por lo tanto, te preocupas por tu salud.
Como virgo, te corresponde la sexta casa del horóscopo, asociada con el trabajo. De hecho, esta sección de la carta describe como analizas, manejas y comunicas información. La sexta casa también está asociada con los asuntos de salud en general.
El modo de Virgo es mutable, lo que significa que eres una persona que te comunicas de manera equilibrada lo que asegura siempre de que el tema que se trata es preciso y exacto. Tu papel idóneo en un equipo de trabajo es el de ser la persona encargada del control de calidad.
Tu punto fuerte es tu aguda capacidad mental, especialmente en las áreas científicas o técnicas. Tienes facilidad para hablar y eres una persona ingeniosa que comprende los problemas de los demás. Por encima de todo, sabes resolver problemas al analizar con claridad temas complejos.
Tu punto débil es que puedes llegar a ser demasiado perfeccionista lo que puede provocar una actitud pedante o de superioridad. Tu punto de vista crítico y, en ocasiones, negativo en la vida puede perjudicar la percepción que los demás tienen de ti; pueden verte como una persona reservada, demasiado crítica y tímida.
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